Salir o no salir, he ahí la cuestión.
El sábado pasado salí. Lo reconozco. A veces lo hago. Acabé con una borrachera de esas que ni sientes ni padeces y bebí hasta Coca-cola, que me da un ascazo que me muero. Antes de eso, la última vez que salí fue en Nochevieja y tuvo como consecuencia un catarrazo que me tuvo tres días …